La respiración evocativa es una mezcla de la psicoterapia transpersonal moderna y el modelo ceremonial mesoamericano. En el taller le abrimos la puerta al sanador que llevamos dentro, referencia del Inner Healer de Stanislav Grof, representado con elementos ancestrales.
A la par, se exploran los estados expandidos de conciencia. Esto a través de la técnica de respiración acelerada, común a los procesos holotrópicos, acompañada de música profunda y elementos ceremoniales como lo son el fuego y la maraca.
“La condición principal para el uso terapéutico de los estados no ordinarios de conciencia no consiste en dominar ciertas técnicas concretas ni de encaminar al paciente en una dirección determinada de antemano, sino en aceptar y confiar en el desarrollo espontáneo del proceso curativo.” (Grof. 1992). En la respiración evocativa permitimos que la experiencia de cada participante se de orgánicamente, siempre en un ambiente de contención y amor.
La maraca, elemento ancestral presente en la respiración evocativa, se ha usado milenariamente por sanadores de todo el mundo para arraigar y limpiar procesos ceremoniales. En la respiración evocativa cada participante recibe una maraca, con ella representamos al Inner Healer para que nos ayude a tener un ancla en la exploración de los estados expandidos de conciencia.
Las experiencias difíciles las abordamos desde la visión de Ken Wilber y MAPS: “Lo que debemos hacer es concentrarnos única y exclusivamente en la experimentación y vivencia del síntoma, el contacto con la sombra, el enfrentamiento de los opuestos, y entonces -sin presión alguna por nuestra parte y a su debido tiempo- el síntoma desaparecerá espontáneamente.” (Wilber. 1990). Si hay molestia al respirar se invita al participante a observarla sin pelearse con ella. Al permitirla, llega un momento en el que pasa y se puede continuar con la experiencia. Ésta es con los ojos vendados, al cerrar los ojos y viajar hacia uno, sin la distracción de cosas externas, logramos abrir el interior.
El proceso acaba con una expresión artística. Se le pide a cada participante que plasme en papel su experiencia para integrar la vivencia y así, poder llevar el aprendizaje a la práctica cotidiana.